La funcionaria de prisiones Joyce Mitchell se declaró hoy culpable ante un tribunal del estado de Nueva York, Estados Unidos, de haber prestado ayuda a los convictos por asesinato Richard Matt y David Sweat en la fuga que protagonizaron en junio pasado.
Mitchell, de 51 años y que daba clases de costura en el presidio de Clinton, en el norte del estado de Nueva York, se enfrenta a una pena decárcel de entre 28 meses y 7 años y fue detenida el 12 de junio por haber facilitado teléfonos móviles y herramientas para la escapada a los presos.