Katty Guanolisa, en cambio, mencionó que le gusta la tranquilidad del mar y lo extenso de la playa, que permiten que sus niños se bañen sin problemas.

Ellas son parte de grupos de personas de la Sierra ecuatoriana que por ahora arriban a esta playa y a otras vecinas como San Alejo y San Clemente. 

Norma Fariño, administradora del hotel San Jacinto, dijo que las vacaciones del periodo escolar en la Sierra inciden en que lleguen miles de turistas a estas playas. Señaló que la presencia se siente desde el sábado. Así, explicó que su hotel tiene capacidad para 85 huéspedes y se ocupó el 60 por ciento. Señaló que semanalmente ese número subirá hasta llegar al cien por ciento en agosto.

Miguel Apolo, de Cabañas restaurante El Atardecer, también “sintió” a los visitantes. Dijo que en un fin de semana normal vende unos 200 dólares en comida y el sábado llegó a $600. En agosto superará los mil dólares, indicó.

Señaló a que a los visitantes de la Sierra les gusta sobre todo los productos del mar, entre esos el pescado camotillo, cuyo precio, con ensalada y patacones, llega a 8 dólares. “A los turistas de la Sierra les gusta tratarse bien y no reparan en comer y beber”, aseguró.

Cifras. Froilán Mendoza, presidente de la Asociación de Hoteles, Bares y Restaurantes de San Jacinto, dijo que este balneario cuenta con 15 locales de hospedaje para acoger a unos 600 visitantes. 

Agregó que a la llegada de los turistas de la Sierra se  suman 150 extranjeros de Europa y EE.UU. que han llegado a residir en este balneario, además de cientos de trabajadores de la empresa Odebrecht que construye el acueducto Quiroga-Manta y que hacen base en este balneario.