Se conocieron hace ocho años, cinco fueron novios y hace tres son esposos. 

Para estar juntos y consolidarse tuvieron que derrumbar muchas barreras que influyeron en la relación.

Cuando se conocieron, ella era una estudiante y él un profesor. 

Ella tenía 14 y él 35, pero había química de hombre a mujer y viceversa. 

Angélica dice que al iniciar una relación, las primeras críticas que recibieron fue por la diferencia de edad. “Mis amigos de aquella época, mis padres, que en ese momento ponían en tela de duda mi relación, fueron los primeros en oponerse”, explica Angélica.

Rubén en cambio, asegura que nunca le dijeron nada por la relación que había emprendido. 

En ese momento comprendieron que el amor iba más allá de la química o la atracción que llegaron a sentir el uno por el otro, sin embargo coinciden en que si se está seguro de lo que siente, estos factores no tendrán relevancia.

Ellos aprendieron a sobrellevar las críticas y su amor pudo más que los aspectos sociales por la diferencia de edad. 

“Si bien es cierto las críticas afectan si se las toma mucho en cuenta, también es un punto importante para determinar la seguridad que se siente al momento de estar enamorado”, dice Rubén. 

Actualmente él tiene 43 años, ella 22, siguen juntos y tienen un hijo de 2 años y 11 meses.

HORMONAL. En ese intento por desentrañar qué hay detrás del enamoramiento, los científicos han descubierto que el amor es un cóctel de hormonas (adrenalina, dopamina, serotonina, oxitocina y vasopresina), que ponen en funcionamiento tres regiones concretas del cerebro (el área ventral tegmental, el núcleo accumbens y el núcleo caudado). Eso corresponde a la parte biológica, pero existen otros factores como la religión, la cultura y lo social que influyen en el desarrollo de una relación.

OTROS FACTORES. Enrique García, experto en psicología clínica del Instituto Superior de Estudios Psicológicos de España, señala que “si es solo amor pasión, la relación de pareja no dura más de 4 años”, por lo tanto existen otras bases que deben cimentarse muy bien para que la relación perdure.

A veces existen casos de parejas en las que los factores religiosos, sociales y culturales son más fuertes que la química al momento de formalizar una relación. 

EL ESPECIALISTA. El psicólogo Enrique Quiroz, del centro de Psicología Psique, dice que el amor puede ser entonces una construcción, una suma de gentilezas, de encuentros, de concesiones, egonutrientes, de ritos y tiempo compartido.

Todo esto culmina en la creación de lazos, de vínculos, con la responsabilidad que ha de tenerse con los mismos. 

“En este sentido no es tan preferible hablar de ‘amor’, pues el amor así visto resulta un sustantivo o un nombre que darle a la rutina; pero en cambio hablar de ‘amar’ transforma nuestra elección en un verbo que describe una acción dinámica siempre, que si la conjugamos se vuelve maravillosa pues estaríamos  ‘amando’ como un acto constante, en movimiento”, dice Quiroz.