Los moradores indicaron que antes de que existiera la UPC la zona era invadida por delincuentes.
“Los robos a casas y a personas eran constantes. No había esquina que se salvara. Los malandros llegaban de otros sectores”, comentó una vecina que prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
La UPC fue inaugurada hace dos años y beneficia a toda la cooperativa 2 de Mayo.
En una esquina del lugar está el negocio de Carmen Palacio.
Ella vende encebollados desde las siete de la mañana.
Madrugar la ha llevado a ser testigo de los patrullajes que realizan los policías.
“No hay día que no los vea, claro que la delincuencia no terminará, pero aquí sí ha bajado el índice delictivo”, comentó.
Ella lleva un año vendiendo el rico plato elaborado con pescado y yuca.
Pero no todo es “color de rosa”, afirma Juan Guaycha.
Las constantes lluvias han provocado que un tramo de la calle principal del sector, que no ha sido asfaltado, se vuelva un lodazal.
“Los carros no pueden transitar, peor las personas”,comentó el hombre.
Según los moradores, la vía fue asfaltada hace dos años, pero un tramo quedó en la nada.
Ellos piden la intervención municipal.