Así, entre tantas otras cosas, conocí que los primeros 4x4 del mundo fueron Jeep, siendo herramientas vitales en la 2da. guerra mundial, al aportar sobremanera en el triunfo de los aliados contra el nazismo.

Por ello será que siempre estuve informándome de esta marca cuya palabra es genérica al referirnos a este tipo de vehículos; hasta que, al ver que una importante organización automotriz nacional publicitaba su venta en el país, influí para que una de las empresas con las que tengo relación adquiriera un Jeep del modelo Compass y -adivinaron- lo asigne a mi uso.

Pero lo que me animó a escribir esta nota es la reciente distinción de Jeep al haber sido en Quito el “papamóvil” de Francisco el Papa, en su reciente estadía en la capital de la República; por algo habrá sido. Y recordé -generosos lectores- que hace algunos años les conté a Uds. de mis satisfacciones con mi Rocinante, que es como yo llamaba al ágil Nissan X-Trail en el que “cabalgué” por 7 años hasta que casi fue mi ataúd por un fatal accidente.  Luego de ello, y por lo manifestado, se buscó reemplazar dicha cabalgadura con otra de más robustez, estructura, más airbags y otros aperos que sin afectar la economía en el consumo de combustible brinde seguridad y comodidad.

La mejor relación costo-beneficio la encontramos en el Jeep Compass AT de 2.400 cc. y definitivamente se lo adquirió. De esto hace un año y medio atrás, no teniendo en este lapso queja alguna sobre el magnífico desempeño del vehículo y sobre el excelente servicio técnico que presta el taller autorizado de Manta en los chequeos de rutina que exige la garantía de fábrica. 

Por todo esto será que hace poco me atrapó la destacada publicidad de dicha marca en la blanquinegra camiseta del campeón italiano de fútbol Juventus, equipo que en junio reciente jugó en Berlín contra el Barcelona de España la final de un connotado torneo europeo quedando vice campeón, convirtiéndome en hincha de la dupla Juventus-Jeep, al extremo que para usarla los fines de semana deportivos tengo una camiseta de ese equipo-marca… 

No abundo más, por espacio y porque parecería que éste es un comercial; que no lo es. Solo me limito a ratificar lo ya  manifestado y a obedecer mi irrefrenable deseo personal de siempre transmitir lo que me parece auténtico y beneficioso para los lectores y público en general, obviamente respetando todos los criterios ajenos.