Esther Naranjo, nutricionista profesional, indica que uno de los principales beneficios de este tipo de frutos es que se puede aprovechar las propiedades que tiene la cáscara y además perduran más tiempo, ya que al perder el agua se evita el desarrollo de mircroorganismos. 

Sayonara Reina, ingeniera agroindustrial, tiene un proyecto a base de estas frutas y  explica el proceso de deshidratación. 

Señala que existen tres métodos: por medio del sol, es decir que el producto se expone al ambiente, pero corre el riesgo de contaminación microbiana. 

El otro proceso es la leofiliación, que es deshidratación por frío; y la que ellos realizan es la que se hace por medio de aire caliente. “Se genera por unas resistencias que se calientan, y por medio de ventilador se eleva el aire a las bandejas en donde van las frutas cortadas en rodajas”, dijo Reina. El tiempo de deshidratación depende de la fruta, la piña por ejemplo toma 9 horas para que se seque, las fresas demoran 7 horas. También depende de la temperatura que se utilice. 

Con la deshidratación la fruta pierde el agua, pero los nutrientes se mantienen. 

José Silva, ingeniero agroindustrial, menciona que estas frutas son ricas en fibra y aportan a la digestión. Además son fuente de energía. El profesional agrega que se pueden deshidratar otro tipo de productos como tallos de plantas, que se utiliza en la medicina y de las cuales se puede aprovechar sus propiedades curativas y benéficas para la salud. 

 

>en el té. Considerando estas propiedades, Sayonara Reina y José Silva crearon un té a partir de las frutas deshidratadas. La marca es KathSa y sus creadores trabajan con siete variedades de frutas: kiwi, naranja, naranjilla, fresa, mora, piña, manzana; y hierbaluisa.