El libro ‘Alza que te han visto’, de Wilman Ordóñez, señala: 

“El alza que te han visto es un baile popular de origen colonial. Mestizo. Este es originario de Guayaquil. Inherente al calendario festivo. De carácter alegre y de parejas sueltas. Tradicional en todas sus toponimias como la puerca raspada, el gato rabón y el zapateo. 

Desplazado a la provincia de Los Ríos cuando el baile dejó de ser funcional en la ciudad. Satírico en sus coplas. De marcado compás en su danza. Rodrigo Chávez González lo halló riosense, de acuerdo con antiguas fuentes de carga y comercio interregional. De la antigua zona de Bodegas (Barreiro), Babahoyo. Modesto Chávez Franco lo marcó como baile regional. 

Se practicó en los fandangos del monte, de donde proviene como canto y baile en respuesta a imposiciones de orden religioso que no respetaban del montuvio su condición de libre. A través de sus coplas, picantes y mordaces, y de su baile, sarcástico y provocativo, el alza que te han visto ponía en ridículo estas normas y a los sujetos que las prescribían.

Un BAILE mentado.  Asentado geosocialmente en la provincia de Los Ríos, el alza que te han visto es el baile tradicional costeño más mentado entre los montuvios del Litoral ecuatoriano.

Según Chávez Franco, nuestros bailes folclóricos montuvios fueron regionalmente guayaquileños, ya que muchos de los pueblos que ahora son cantones o capitales de provincia pertenecieron a la antigua Provincia de Guayaquil.

El registro más antiguo que se tiene de este baile es el del viajero norteamericano de origen austriaco Friedrich Hassaurek, quien los describe en sus Crónicas de viaje del siglo XVIII. Comenta Hassaurek que esta danza la vio bailar ‘por primera vez en la ciudad de Guayaquil como un baile suelto, alegre y de pañolones alzados, caracterizado por blancos y cholos’. 

Afirma, poco después que el alza fue el baile popular de la ciudad, y el que desplaza a la famosa danza el costillar, que sobrevive en Chile, como baile suelto, sujeto a contienda, en la que ponen en el centro una botella para ver quién la derrumba primero, según el etnomusicólogo Carlos Vega en su folleto ‘La música folclórica de Chile’. El musicólogo segundo Luis Moreno, en su Historia de la Música en el Ecuador, afirma que en la época colonial el alza que te han visto tuvo más difusión que el costillar debido a que el alza era más sencillo ejecutarlo como todo baile criollo y el segundo con mayor dificultad por su complejidad musical sobre todo.

En 1865, Hassaurek, quien le había dedicado algunas líneas, considera a nuestro alza como ‘lento y monótono’, diferente, por lo tanto, al baile afroesmeraldeño, del que también da razón”.