Ramos de flores, pancartas, camisetas y osos de peluche han sido algunos de los obsequios que el Papa recibió de los feligreses, quienes aprovecharon un golpe de suerte para estar cerca del pontífice. 

Tal vez uno de los episodios que será recordado más por los ecuatorianos se dio ayer, cuando Francisco bendijo a una mujer de 100 años. El papamóvil había recorrido varios minutos cuando, en la zona norte del parque Bicentenario, se detuvo después de que Francisco dio unas palmadas en el hombro del conductor. Policías y miembros del equipo de seguridad juntaron sus fuerzas para elevar a la anciana en su silla de ruedas hasta el Santo Padre, quien la recibió con una sonrisa, le dio un beso en la frente y la bendijo. Con la voz entrecortada por la emoción, la anciana dijo a Ecuavisa que se encontraba “feliz” pues nunca imaginó que sucediera lo que vivió: “recibir la bendición de Dios a mi edad, que ya tengo 100 años”.

Muy cerca. Su cercanía con los niños ha sido otra de las características del Papa durante esta visita. Minutos después de bajarse del avión en Quito, el pasado domingo, Francisco llamó a un grupo de infantes para que lo saludaran de cerca. 

Dicho episodio se repitió nuevamente ayer, cuando el pontífice salió de la Nunciatura Apostólica donde se hospeda con dirección a la Universidad Católica del Ecuador. Sin embargo, esos minutos los aprovechó para que varios niños pasaran las vallas de seguridad que rodeaban el lugar y darles “un abrazo de oso”. 

En el momento se vieron lágrimas, sonrisas y muchas fotos, a las cuales el Papa no dudo en posar. 

Otros dos regalos. A su paso por las calles de Quito y Guayaquil en el papamóvil, los feligreses aprovecharon el momento para entregarle varios regalos a Su Santidad, quien siempre los recibió con una sonrisa. Uno de esos regalos fue una camiseta de Barcelona, la cual fue pedida por el mismo Papa cuando se dirigía al colegio Javier de Guayaquil. ”No pensé dársela, pero al ver que me estiró la mano no dudé en lanzarla”, dijo Charles Villafuerte a través de Twitter. 

Asimismo, Doménica Mena, exreportera de farándula, vivió uno de los momentos más emocionantes de su vida cuando Francisco tomó en sus manos el ramo de girasoles que ella le había ofrecido. “En ese ramo van todas mis peticiones y sueños”, dijo.