El papa Francisco lamentó este martes desde Quito el alto desempleo juvenil en algunos países europeos, así como el fenómeno de los "ni-ni" (ni estudian, ni trabajan) y advirtió que esto empuja a los jóvenes a la adicción, a la depresión, al suicidio o "a proyectos de locura social".
Francisco estaba dirigiendo un discurso a la sociedad civil de Ecuador, en uno de los actos de su viaje por Latinoamérica que también lo llevará a Bolivia y Paraguay, cuando habló de la necesidad de "creación de empleo y un crecimiento económico que llegue a todos".