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Papa Francisco: ‘Quiero abrazar al Ecuador entero’

“Doy gracias a Dios por haberme permitido regresar a América Latina”. Esas fueron las primeras palabras del papa Francisco a su llegada a Ecuador.

Lunes 06 Julio 2015 | 04:00

Eran las 14h44 cuando el Airbus A330-200 de la compañía Alitalia aterrizó en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre en Tababela, Quito, trayendo al pontífice argentino. 

En la primera parada de su gira por Latinoamérica, que lo llevará también a Bolivia y Paraguay. El Papa fue recibido por el presidente Rafael Correa y su esposa, Anne Malherbe, quienes lo abrazaron. 
El sumo pontífice, que nada más salir del avión perdió el solideo -el clásico casquete blanco- a causa del fuerte viento, recorrió una alfombra roja y estrechó las manos de niños vestidos con trajes típicos, quienes lo recibieron con banderas del Vaticano y del Ecuador.
Como parte del acto de recibimiento, en el lugar se escucharon los himnos de Ecuador y del Vaticano, mientras decenas de periodistas y fotógrafos buscaban captar con el mayor detalle posible la figura del líder de la Iglesia católica. 
Luego de ello, el papa Jorge Mario Bergoglio recibió el saludo del alcalde de Quito, Mauricio Rodas, y su esposa; la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, y de varios ministros. Sin embargo, no hubo honores militares durante la ceremonia, por pedido del propio Santo Padre.
Discurso del presidente. El presidente Rafael Correa recibió al papa Francisco con un discurso que se extendió por más de 10 minutos, durante el que dijo en tono de broma: “El Papa es argentino, probablemente Dios es brasileño, pero seguro el Paraíso es ecuatoriano”. 
El primer mandatario usó también su discurso para recordar “la necesidad de redistribuir la riqueza”. 
Correa expresó que “el gran pecado en nuestra América es la injusticia social. Cómo podemos llamarnos el continente más cristiano del mundo, si somos el más desigual”.
“Nos llamamos un continente de paz, pero la insultante opulencia de unos pocos, al lado de la más intolerable pobreza, son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana”, agregó Correa. 
Asimismo, durante su discurso, reiteró que “la pobreza no se eliminará con limosnas, sino con justicias”. “La solución no es más fronteras, es solidaridad, humanidad y crear condiciones de paz”, dijo el mandatario ecuatoriano, agregando que dichas palabras han sido manifestadas anteriormente por el pontífice. 
Tras el discurso del presidente Correa, en el que nombró varias veces al papa argentino, Francisco inició su intervención con una broma sobre ello: “Me ha citado demasiado”, dijo. 
Con su sonrisa habitual y luchando varias veces para que las solapas de su sotana no se levantaran por el viento, el pontífice expresó su alegría por volver a territorio latinoamericano. 
Gratitud. “Doy gracias a Dios por permitirme volver a América Latina y estar aquí con ustedes en esta hermosa tierra del Ecuador. Siento alegría y gratitud por esta calurosa bienvenida”, expresó. 
Respecto a las palabras del mandatario, Francisco indicó: “Le agradezco señor Presidente por sus palabras, le agradezco su consonancia con mi pensamiento, me ha citado demasiado, gracias. Correspondo con mis mejores deseos para el ejercicio de su misión, que pueda lograr lo que quiera para el bien de su pueblo”. 
En esa misma línea, el Papa agregó que “en el presente también nosotros podemos encontrar en el Evangelio, las claves que nos permitan afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones”.
“Desde aquí quiero abrazar al Ecuador entero. Desde la cima del Chimborazo, hasta las costas del Pacífico, desde la selva amazónica hasta las Islas Galápagos, nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes”.
Tras su discurso, Francisco pidió a los niños presentes que se acercaran, momento que aprovechó para abrazarlos y darles su bendición.
En las calles. El papa Francisco salió del aeropuerto de Tababela en un vehículo que recorrió varias calles de Quito, hasta Monteolivo, donde lo esperaba el papamóvil.
Durante el recorrido previo, el Santo Padre viajó en todo momento con la ventanilla baja e, incluso, ordenó parar la marcha del vehículo para corresponder al pedido de un ‘selfie’ de parte de una periodista. 
Ya en el papamóvil, Francisco emprendió el camino hasta la Nunciatura Apostólica, lugar donde pasó su primera noche en Ecuador. 
En el camino, cientos de feligreses saludaron al sumo pontífice, lanzándole flores, palomas y globos. Asimismo, Francisco pidió nuevamente detener la marcha de su transporte, momento que fue aprovechado por varias personas para acercarse, darle la mano y abrazarlo. 
Pese al júbilo general de los ciudadanos, en ciertos trayectos del recorrido, varias personas gritaron “Fuera Correa, fuera”.  Sin embargo, no se presentaron mayores inconvenientes o riesgos para la seguridad del Papa. 
Por otra parte, según se informó, el papamóvil viajaba a unos 50 kilómetros por hora, mientras era escoltado por policías y efectivos de seguridad. 
En Samanes. Mientras Quito recibía con júbilo al Obispo de Roma, cientos de personas ya lo esperaban en el Parque Samanes de Guayaquil, donde hoy presidirá una misa campal a las 11h15.
Las puertas del parque se abrieron desde las 12h00 de ayer, para permitir la entrada de los feligreses, quienes con  mochilas y colchonetas pasaron la noche anterior en vigilia. 
A las 15h00, decenas de personas participaron en la procesión del Cristo del Consuelo, la misma que salió desde la iglesia en Lizardo García y recorrió 15 kilómetros hasta llegar al santuario de Samanes. 
Asimismo, a las 20h00 otro grupo de católicos realizó una procesión con la Virgen de Guayaquil, que salió desde Mucho Lote hasta Samanes, donde se unieron a la vigilia. 
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