Tras abrirse las puertas del avión, apareció el papa Francisco. El fuerte viento que hacía en Tababela hizo que el papa perdiera su solideo. 

Al descender del avión, el pontífice caminó por la alfombra roja en donde los esperaban niños y jóvenes que vestían prendas de varias culturas del país, con quienes saludó y dirigió varias palabras.

Luego de ello, el presidente Rafael Correa dio la bienvenida al santo pontífice y habló sobre la "injusta" distribución de las riquezas y la desigualdad que hay en Latinoamérica.

Minutos después, el papa Francisco se dirigió a Ecuador y manifestó que sentía alegría y gratitud al ver una calurosa bienvenida. "Comienzo con ilusión y esperanza los días que tenemos por delante", dijo.

Después de su mensaje, el pontífice recibió obsequios de parte de niños y saludó a cada uno de ellos, 70 en total.

Luego, el papa Francisco realizó un recorrido hasta la Nunciatura Apostólica. En la vía se apostaban varias personas para saludarlo, mientras era escoltado por la Policía. 

En la avenida Simón Bolívar, el papa dejó el auto en el que se movilizaba para subirse al papamóvil, vehículo que pidió que no sea blindado para tener la oportunidad de saludar a la gente. 

En la caravana papal, Francisco pidió parar momentáneamente para dar la mano a varias personas y recibir regalos.

Con aplausos, gritos y lanzando flores, los católicos saludaron al pontífice. 

Por otro lado, ciento de personas esperaron la llegada del papa a la Nunciatura Apostólica, donde descansará esta noche en su visita por Ecuador.

Mañana, lunes 6 de julio, viajará a Guayaquil, en donde dará una misa multitudinaria en el parque Samanes.

En Ecuador permanecerá hasta el miércoles 8 de julio, donde tendrán lugar la mayoría de los actos previstos.