Convulsionantes son los días, desde este fin de semana, en medio de la espera de la llegada al Papa, cuando se desata una batalla en las calles de la capital por el momento político que enfrenta el país.
En las redes sociales se da la batalla por el reclamo de que su venida se trata como visita de Estado y el aprovechamiento de la postura social del sumo sacerdote, con frases en vallas y su rostro rodeado del círculo de colores, logo representativo del país, colgando de edificios de entes gubernamentales, y la mofa mordaz de las mismas en las redes.
A esto se suman los informales ampliando la cartera desde banderas del Ecuador, y las de la oposición, las negras, hasta el “kit papal” (con bolso, camiseta, pulsera, rosario, pañuelo, evangelios, disco y la hoja de la misa), auspiciada por una Conferencia Episcopal Ecuatoriana que también tiene postura política en Quito y Guayaquil, olvidando que alguna vez un enviado de Dios alejó a los comerciantes de su templo.