A lo que aún no se acostumbra Robertto Anselmo es al calor de Portoviejo.
Asegura que en Génova, Italia, hay un clima primaveral. Por eso en ocasiones los 37 grados centígrados más el intenso sol lo sofocan y su piel se torna más rojiza. Los mosquitos y la escasez de agua potable son parte de su ya vida cotidiana. “Todo es válido cuando se trata del amor”, dice el extranjero que hace seis meses llegó a la capital manabita junto a su esposa, la portovejense Jessica Villamar a quien conoció en su país.