La recompensa por el aparato, un Bell 206 de la empresa de taxi aéreo Delta Helicópteros, la ofrecen la Policía y el Ministerio de Defensa.

Según fuentes militares, la búsqueda de la aeronave avanza muy lentamente por las escasas pistas que hasta el momento han encontrado La Fuerza Aérea, la Policía y la Aeronáutica Civil pues los sistemas de aeronavegación del aparato fueron desconectados.

El helicóptero despegó el pasado fin de semana del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de la ciudad de Cali con dos pasajeros y el piloto, pero se perdió su rastro poco después, cuando sobrevolaba el municipio de Loboguerrero, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).

Investigaciones preliminares indican que el helicóptero fue hurtado por los mismos pasajeros, que obligaron al piloto, Diego Alexander Reyes, a aterrizar en la localidad de Condoto, en el vecino departamento del Chocó, donde lo dejaron abandonado tras recoger a dos personas más que se apoderaron del aparato.

El director de Servicios de Aeronavegación de la Aeronáutica, coronel Edgar Francisco Sánchez, dijo a periodistas que luego de ser dejado en tierra, el piloto caminó durante dos horas hasta que encontró una estación de Policía donde reportó el robo.

Los pasajeros habían contratado el servicio de vuelo desde el mes de mayo con la supuesta intención de llegar a la bahía de Juanchaco, en el océano Pacífico, para arrojar al mar las cenizas de un familiar, según la Policía.

El informe también señala que las dos personas llevaban una maleta y una bolsa que no fue revisada, pues el hombre que la llevaba aseguró que en ella estaban las cenizas del familiar fallecido.

La Policía cree que los individuos dieron la versión de las cenizas para esconder el arma que posteriormente utilizaron para amenazar al piloto. EFE