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Francia
Hombre que decapitó a su jefe no había dado problemas en el trabajo

El autor confeso de un atentado el pasado viernes en Francia contra una fábrica de productos químicos, Yasin Salhi, no había dado problemas de comportamiento en sus anteriores visitas para entregar material a esa planta industrial cercana a Lyon, según informó hoy el director de del sitio.

Lunes 29 Junio 2015 | 07:56

"En absoluto, nunca hemos tenido problemas de comportamiento con ese señor", declaró a la prensa el director de la fábrica de Air Products, Jean-Marc Vinic, quien subrayó ante los medios de comunicación que todos los empleados de la firma están "sanos y salvos".

El responsable para Europa de esa empresa estadounidense de gases industriales, Ivo Bols, destacó que el sitio cuenta con "sistemas de seguridad muy robustos" y celebró que "todos los empleados reaccionaran de manera muy profesional".
"Todo el mundo, vecino y empleados, estamos muy afectados por los trágicos eventos que han ocurrido", añadió Bols, quien indicó que se le dando "acceso a apoyo psicológico a los testigos".
Yashim Salhi, el sospechoso del atentado, confesó haber decapitado a su jefe y haber tratado de volar una planta química, pero se mostró menos claro a la hora de desvelar los motivos de su acción.
Según indican fuentes próximas a la investigación, tras 30 horas de silencio ante los investigadores, el presunto autor de los hechos comenzó a colaborar la noche del sábado en los interrogatorios.
Salhi, de 35 años y padre de tres hijos, confesó que asesinó en un aparcamiento a su jefe en la empresa de paquetería en la que trabajaba desde hacía unos meses y, posteriormente, le decapitó.
Con la furgoneta de reparto en la que habitualmente hacía su trabajo, se dirigió a la planta que la empresa estadounidense Air Products tiene en Saint-Quentin-Fallavier, a pocos kilómetros de Lyon, tercera ciudad de Francia.
Allí, tal como se desprende de las grabaciones de las cámaras de seguridad, le abrieron la puerta pensando que iba a hacer una entrega.
Salhi colgó la cabeza de su jefe de una valla y la rodeó de banderas con inscripciones musulmanas, antes de estrellar el vehículo contra un almacén repleto de bombonas de gas, lo que provocó una gran deflagración, aunque ninguno del casi medio centenar de trabajadores de la planta resultó herido.
Levemente herido, se dirigió a otro almacén, donde fue reducido por un bombero cuando abría bombonas de acetona, aparentemente con la intención de hacer volar por los aires la fábrica, según su confesión.
Salhi se mostró, sin embargo, menos claro a la hora de desgranar los motivos de su acto.
Según la página web del diario "Le Parisien", Salhi explicó que atraviesa "dificultades personales ligadas a su trabajo y a su familia". EFE
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