Amalia Moreira, moradora del barrio, indicó que recién el año pasado se intentó construir el alcantarillado,  pero solo se hizo en una parte.

La primera y segunda etapa de este sector son separadas por la calle principal Emiliano Barcia, que es muy transitada debido a que conecta con los barrios La Pradera y Arroyo Azul. Esta arteria vial dejó de un lado a los que tienen alcantarillado y del otro a quienes les hace falta. 

Los que no tienen aún siguen usando las pozas sépticas para desechar las aguas servidas; mientras que los otros lo hacen directamente  por la tubería.

Flora Ávila, moradora del barrio, dijo que esta situación les incomoda, ya que todos pagan sus tributos y no es justo que solo unos cuenten con el servicio. Pero esta no es la única obra que hace falta en el sector, ya que el alumbrado público es deficiente.

Existen varias lámparas que están quemadas y otras que no tienen potencia, por ello ciertos sectores se vuelven oscuros por las noches.

A esto se suma el mal estado de las vías, ya que varias son de tierra y otras tienen el adoquín deteriorado. En varias calles se puede observar que los adoquines están hundidos y carecen de aceras y bordillos, esto obliga a los habitantes del barrio a transitar por la vía, lo que supone riesgo de accidentes.

En el sector también existen varios terrenos baldíos que son utilizados como botaderos de basura. A pesar de que el carro recolector pasa todos los días por el barrio, la basura se acumula en los terrenos y estos se convierten en criaderos de roedores, por eso los habitantes piden a los dueños de solares que los limpien, pero también solicitan que las autoridades intervengan.

> Agua potable. El agua potable llega al barrio de forma intermitente, por lo que los dueños de las viviendas se han visto obligados a construir aljibes
para almacenar el agua.

Los moradores indicaron que ellos están al día en las planillas, pero a pesar de esto no reciben el servicio con regularidad.