Sin duda esta experiencia marcó la vida de Margarita Barre, la única futbolista santodomingueña que fue escogida para conformar la “Tri” femenina que disputó su primera cita mundialista.

“La experiencia es única, el estar cantando el Himno Nacional de tu país frente a miles de personas en un estadio se te eriza la piel”, dijo la joven.

Estar entre las 21 convocadas para Margarita fue un logro “titánico”, dijo.

El mundial de Margarita se traduce en 20 minutos, los que jugó ante Suiza, en el segundo partido de la tricolor.

Ecuador tuvo una actuación para el olvido: en su debut perdió por 0-6 ante Camerún, luego cayó por 1-10 con Suiza y se despidió con una derrota de 0-1 ante Japón.

“Mis compañeras y yo somos conscientes de que nos atacaron los nervios, y tal vez fue la falta de experiencia lo que nos hizo perder los tres encuentros”, explicó la seleccionada.

El primer resultado fue “un balde de agua fría” para las ecuatorianas. 

La jugadora contó que la directora técnica, Vanessa Aráuz, las motivaba diciéndoles que las cosas van a salir mejor y que el corazón nunca les debe de faltar.

La futbolista señaló que nunca pensaron que tendrían tales resultados.

Margarita recuerda que en los medios de comunicación las criticaban de todas las formas por el mal rato que estaban pasando. Dice que los comentarios las lastimaban, pero aún así ellas se concentraron en los entrenamientos.

“A nosotros nos critican las personas porque no saben lo que es estar en una cancha en tan importante evento. Muchos no valoran el desempeño futbolístico de los ecuatorianos, sólo cuando se gana están ahí”, refirió.

El apoyo incondicional que ha tenido en su carrera ha sido el de sus padres. 

Refirió que hubo falta de apoyo de autoridades deportivas, lo que no pasa con la selección de varones.

Margarita afirmó que sus familiares tuvieron que pagar el viaje a Canadá y que del regreso se encargó la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).

Ya en la cancha, asegura que la hinchada siempre estuvo alentándolas en cada uno de los compromisos.