El montuvio es, según estos comentaristas e historiadores, el resultante de todo un proceso histórico que se teje a través de tres capas, como son: Cultura Indígena, Cultura Blanca y Cultura Negra, que se entrelazan en diferente proporcionalidad y le dan, a la Indígena el 60%, a la Negra el 30% y 10% para la Blanca.
En cuanto a la palabra en sí, es plausible y de gran reconocimiento el aporte académico del Lcdo. Ángel Loor Giler en lograr insertar con argumentos valederos de lo bien investigado, la palabra montuvio - con v pequeña - en el diccionario de la lengua Española.
Aquello permite darle una recategorización y jerarquía a nuestra etnia montuvia, a la que por mucho tiempo se la entendía simplemente como montaraz, montuno, ahora su conceptualización es de hombre de la campiña en el litoral ecuatoriano.
La palabra montuvio ya se la conocía y utilizaba en los tiempos de la Gran Colombia; es así que Antonio Morales, segundo al mando de las tropas colombianas que planificaban libertar a Quito (Reino de Quito ), hoy en Ecuador (la Batalla del Pichincha), envió una carta a Santander, que en su informe manifestaba:
“Que para engrosar las filas libertadoras, apeló a un ejército de montuvios del camino Daule, Jipijapa”. Otro testimonio es la “Oda al libertador José Joaquín de Olmedo y Maruri”, que mencionó a los montuvios al inicio del siglo XIX.
Sin embargo las identidades rurales se están perdiendo por efecto del fenómeno de la globalización; que en suma son apreciaciones actuales y a la ligera.