El viernes se realizó el evento en el que los alumnos del centro, regentado por Fe y Alegría, mostraron los trabajos elaborados en corte y confección, carpintería y ebanistería y artesanías en tagua. También los estudiantes de contabilidad y administración demostraron lo aprendido en contabilidad tributaria y para ser cajeros.
José Luis Mingo, director regional de Fe y Alegría, dijo que el objetivo es darles herramientas para generar emprendimientos propios y colectivos.
“El Cecal surge pensando en la población que requiere adquirir competencias para reinsertarse en el mundo laboral, mejorar su vida y su capacidad de desenvolverse”, anotó.
Capacitacón. En el 2007 en el barrio Las Cumbres de la parroquia San Pablo abrió sus puertas este centro que ahora funciona en las dos casas patrimoniales de Wilfrido Loor, para lo cual Fe y Alegría firmó un acuerdo con la Compañía de Jesús y el Municipio. Desde entonces han capacitado a 500 personas en los cursos en Portoviejo. En Manta llevan 700 personas.
También mantienen la escuela de Fe y Alegría en Las Cumbres, donde estudian 400 niños.
Oportunida. Mariuxi Galarza estudia contabilidad tributaria. Señaló que luego de los 6 meses de clases teórico-prácticas realizan pasantías en instituciones.
Otra de las estudiantes es Blanca San Lucas, quien ha estado en cuatro cursos y aprendió a hacer ropa deportiva, casual e infantil y lencería. Ella sostuvo que coser ropa es un buen negocio.