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Bernardo Avellán Vélez
La longevidad perdida

Lunes 15 Junio 2015 | 04:00

Pudo el hombre primordial (Adam Kadmon) llegar a poseer una larga existencia como lo explica la Biblia? 
La vida del hombre en sus inicios bíblicos fue contada por siglos, y fueron muchos más los que nacían y eran pocos los que morían. 
De Jared se dice que todos los días de su vida fueron 962 años y murió. De igual manera la escritura sacra enfatiza que Matusalén vivió 969 años y murió poco antes del diluvio.
El historiador hebreo Flavio Josefo, quien llegó a vivir una corta existencia de 63 años (37 d. C. - 100 d. C.) y descendía de una antigua familia judía ligada a la monarquía de los asmodeos, escribió: “Que nadie haga de la brevedad de nuestras vidas presentes un argumento de que ni los patriarcas lograron tan larga vida, pues Dios amaba a aquellos ancestros y los creó él mismo y debido que sus alimentos eran más adecuados para prolongar la vida y del buen uso que hicieron de los descubrimientos astronómicos y geológicos”.
En Génesis 6, la Biblia destaca que los dioses Elohim establecieron en la época de Noé los “días del hombre”: “Mas serán sus días 120 años”. Esta sentencia divina dio lugar a una multitud de opiniones y pensamientos, relacionada con la duración de la vida humana después del diluvio, con este decreto divino los dioses dieron fin a la asombrosa y extensa vida de los primeros 10 patriarcas.
Luego de Noé, quien vivió 950 años, la edad del hombre fue decreciendo sustancialmente. Sus hijos (Sem, Cam y Jafhet), quienes llegaron a vivir la respetable edad de 600 años, fueron referentes ancestrales de dilatadas existencias para sus postreros descendientes. Tareh y Abraham, por ejemplo, lejanos pariente de Sem, vivieron cortas edades de 205 y 175 años respectivamente.
En la época del legislador hebreo Moisés, 500 años después de Abraham (1571 - 1451 a. C.), generalmente los días del hombre no sobrepasaron los ochenta años como señala el Salmo, 9:10.
Conociendo algunas edades de los principales patriarcas bíblicos después de Noé, notaremos el contraste generacional respecto a la longevidad patriarcal: Adam vivió 930 años, Matusalén 969, Noé 950, Sem 600, Heber 464, Tareh 205, Abraham 175, Isaac 180, Jacob 147, Levy 137, José el patriarca 110, Moisés 120 y Aarón 123. 
Nos daremos cuenta que cuando más nos alejamos de la “Fuerza Original de la Creación”, más imperfectos y vulnerables nos volvemos, por lo tanto seremos más débiles y enfermizos… Como consecuencia nuestra vida terrenal será mas corta. El cronista judío Flavio Josefo cita a Eforo y a Nicolaus diciendo: ”Que los antiguos vivieron mil años” y añade que cada uno saque su conclusión”. De Antigüedades Judías.
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