"Estamos contentos y con una sensación de satisfacción por ver que la Feria sigue recuperándose y la ventas crecen, pero la otra parte es la necesidad de que el público vuelva mañana las librerías, que es el que se ha ido perdiendo", explicó a Efe el director de la Feria, Teodoro Sacristán.

La Feria del Libro de la capital española funciona como una isla para el sector, como ocurre con citas puntuales, como la Navidad, según Sacristán.

La 74 edición de la Feria, que abrió sus puertas el pasado 29 de mayo, contó este año con 368 casetas y 472 expositores.

Una edición en la que la poesía ha tenido especial protagonismo, como se podía ver en el lema de la feria: "El amor está en lo que tendemos (puentes, palabras)".

Es un verso de José Ángel Valente, el poeta español que recibió un homenaje en la feria a los 15 años de su muerte que se conmemorarán el próximo mes de julio.

También en esta edición se homenajeó al poeta Dámaso Alonso, Teresa de Ávila, Carmen Martín Gaite o Ana María Matute, y tuvo especial importancia la presencia de literatura centroeuropea con la participación de poetas, narradores y ensayistas como Adam Zagajewski, Andrezej Sapkowski y Olga Tokarczunk

Sacristán pidió al Gobierno que "reactive las compras institucionales. A ver si los nuevos ayuntamientos que se han abierto ayer toman cartas en el asunto y hacen una reprogramación de esos presupuestos"

Cuando se presentó esta 74 edición de la Feria que concluye hoy, la presidenta del gremio de editores de Madrid, Pilar Gallego, señaló que la cita literaria arrancaba con cifras esperanzadoras tras años de decrecimiento, algo que al final de estas casi tres semanas de Feria se ha podido confirmar. EFE