Es respetable y aplaudida la lucha y defensa de este territorio manabita que ha hecho el Prefecto de Manabí, Mariano Zambrano, a lo largo de estos años, tratando de evitar que Guayas se quede con este pedazo de tierra poblada por demás por manabitas. Solo mirando el mapa no quepa la menor duda de a quién pertenecen estas tierras; y, osadamente o equivocadamente, Guayas, a través de sus autoridades, tratan de adentrarse en este territorio a sabiendas que por los límites que tiene la provincia no les corresponde.
Siempre me he preguntado por la sinrazón de autoridades de pelear por territorios ajenos a sus límites, geografía e historia; pero la pelea territorial está dada. Y una cosa es conquistar lo que no se tiene, y otra muy distinta defender lo nuestro. Por ello mi artículo va dirigido a todos los manabitas, para imponernos y proteger nuestro derecho a esta tierra, no permitir que aquello que heredamos por historia, por decreto, por límites, se vaya de las manos.
Cierto es que existe una población cautiva que tal vez por intereses prefiera pertenecer a Guayas, pero los derechos limítrofes ecuatorianos, en cualquier lado del país deben ser respetados y defendidos en caso de ocurrir divisiones; entonces, Prefecto de Manabí, ni un paso atrás en el camino andado. No debemos dejar en manos de terceros una decisión manabita; ni consultas, ni decretos, ni leyes pueden arrebatar a Manabí su territorio; no nos dejemos amilanar y con la altura y dignidad que nos caracteriza decirle no al prefecto del Guayas, no a quienes quieran lavarse las manos para dejar a una consulta lo que ya está decidido, no a quienes por compromiso y negociaciones políticas quieran agradar a invasores.
La defensa del territorio es por justicia, vencer es no dejar que otros nos arrebaten nuestro derecho; y, finalmente, recordar que nadie se nos montará si no doblamos la espalda.
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. (Martin Luther King).