Poco a poco va tomando forma homogénea. Allí agrega queso y sal. Cuando está a punto hace pequeños bocados, luego los hornea.
“Don Ruiz” es un habitante de la comunidad Valdez de Rocafuerte, lleva más de siete años en la elaboración de panes de almidón y tortillas de maíz que vende en la vía Rocafuerte-Crucita.
“Los turistas son los que más compran”, expresa.
Asegura que este oficio no es de “agua y sal”, pues hay que saber las medidas justas de almidón y queso para que los panes no queden duros ni se desmenucen, “el almidón lo traemos de canuto”, menciona.
Expresa que ahora el negocio ha disminuido por falta de rompe velocidades. “Los muros eran nuestros aliados, por este sector ya no queda uno solo”. Los fines de semana vende entre 200 y 250 panes, mientras que de lunes a viernes de 100 a 150.
Más de 50 personas se dedican a preparar panes de almidón en Rocafuerte.
Gustavo Anchundia tiene 15 años levantándose a las 05h00 para prepararlos. Él trabaja en el centro de este cantón, aprovecha la parada de buses para vender sus productos “aquí hay ofertas, uno por 35 centavos o tres panes por un dólar”, comenta entre risas.
Anchundia indica que para obtener mayores ingresos compran la materia prima al por mayor, “el queso por maquetas y el almidón por quintal en Chone”.