Estos sectores que pertenecen a las parroquias urbanas de Picoazá y 18 de Octubre, están dentro de la malla urbana de Portoviejo, y por lo tanto pierden la categoría de rural, un requisito esencial para que sus habitantes accedan al Seguro Campesino.

Mauricio García, morador de Miraflores, señaló que la comuna, que tiene vida jurídica desde el año 2010, es habitada por agricultores y mostró su sembrío de fréjol, que dice, es su mejor carta de presentación como campesino. Lo mismo pasa con el resto de habitantes, aseguró.

Manifestó que para acceder al Seguro Campesino cancela 3,50 dólares al mes y si pierden aquello el pago sería entre 60 a 70 dólares en el seguro general, “algo muy difícil para un campesino que gana ocho dólares diarios trabajando en el campo”, explicó.

PLAN. Rafael Medranda, presidente de la comuna, señaló que ante esta situación han solicitado al municipio que no los incluya como zona urbana sino que los mantengan como rural, pues aseguró que en Miraflores hay 170 padres de familias y en todas las comunidades superan los 1.200.

Erwin Valdiviezo, concejal, dijo que se intenta lograr un solución a este conflicto. El viernes se reunió con los representantes de los afectados y con el asambleísta manabita Gozoso Andrade para aplicar una estrategia que permita mantener a los campesinos como afiliados. Explicó que al pertenecer a una parroquia urbana el municipio es poco lo que puede hacer, por eso aspiran que se reforme la Ley del Seguro Social en cuanto a la seguridad campesina. Proponen que donde señala que el Seguro Campesino “es sólo para personas que se dedican a artes agrícolas” se agregue que “mantiene el servicio aunque estén dentro de una parroquia urbana”. Señaló que el asambleísta (que ha sido director del Seguro Campesino) conoció la propuesta y enviarán la sugerencia para que sea integrada a la Ley. La  próxima semana en Manabí habrá una reunión de la Comisión de Derechos de los Trabajadores donde analizarán el tema.