Más frente al hecho de que el cobro lo pueden hacer las instituciones del estado vía coactiva, en contra no solo del obligado principal sino de todos los beneficiados, dígase familiares con derecho a sucederle, incluyendo a todos los herederos mayores de edad que no hubieren aceptado la herencia con beneficio de inventario, debiendo ellos responder con todo su patrimonio, sean o no residentes o domiciliados en el exterior, a quienes conocimos de esta imposición, se advirtió un régimen impositivo más allá del que se aplica en modelos del más puro socialismo.
Y aún con la norma imperante de que el cobro está autorizado ejecutarlo, con la imposición previa de medidas precautelares en contra de todos los bienes de familiares del causante, y lo que es más, aún cuando dichos bienes pudieren estar, a criterio de la autoridad competente, a nombre de terceros, con indicios de público conocimiento sobre estas propiedades, que realmente le pertenezcan es al heredero del causante deudor, es para pensar dos veces en materia de herencia, si se tiene algún heredero deudor a entidades del estado.
Ahora que salta la ciudadanía frente al envío del Presidente de una escala de incrementos a los impuestos a la herencias y donaciones, que traspasa el concepto de impuesto para muchos convirtiéndose en una especie de confiscación de bienes, la ciudadanía toda, realmente desconocedora de las normas anteriores imperantes, salta y protesta por el hecho de presumir de que se está destruyendo el natural comportamiento humano de incrementar la sociedad de bienes en beneficio de sus familiares íntimos.
Pero es de presumir que aún la gran mayoría de ciudadanos desconoce el hecho de que también hay imposiciones que cumplir y sin capacidad de renunciamiento de ningún género, cuando, de manera lamentable, un ascendiente dejare en su paso por la vida una deuda impaga con el Estado, porque ni teniendo tu domicilio en el exterior estás exento de ese cobro por la vía coactiva que finaliza en una Insolvencia, que puede ser calificada hasta de fraudulenta. De tal suerte que esta nueva imposición, que se viene de manera inexorable, va a traer nuevas normas de conductas que afectarán en gran medida la unión familiar.