Lo curioso del caso es que la gráfica fue captada y publicada por Sean Fader, artista estadounidense, quien no recibió ni un centavo de la transacción.

La imagen formaba parte de una colección que en octubre pasado sacó el artista, famoso por practicar lo que se conoce como “arte de apropiación”; es decir, crea nuevas obras de arte a partir de unas ya existentes, dándoles una nueva visión y mensaje.

 “Lo primero que hice fue preguntarme lo que podía hacer”, indicó Fader a BBC Trending, asegurando que “la mitad de mis amigos me decían que tenía que denunciarlo y la otra mitad se emocionaban porque ahora era famoso”.

La imagen fue robada y vendida por Richard Prince, quien tiene una larga trayectoria como artista de apropiación, que consiste en agregarle algo a la obra de la que se ‘inspira’ para poder decir que es de él. 

En el caso de la imagen de Sean, la transformación de Richard Prince consistió en añadir este comentario: “La lucha por la tierra no terminará hasta que uno de los dos no esté”. 

En Estados Unidos, no se establece una violación a los derechos de autor hasta que un juzgado no lo establezca después de que la persona que se siente agraviada introduzca la demanda. Ante ello, Sean Fader decidió no demandar. Utilizó la repercusión de su imagen para ofrecer una exposición con sus fotos. “Prince tomó algo que era digital, libre y para la gente y le hizo una impresión grande y única”.