Motivó este comentario el que es tema casi diario en diríase toda reunión, es decir, la permuta del terreno e instalaciones del recordado y tradicional coliseo y piscina del malecón de la urbe por un nuevo y moderno complejo deportivo construido en la vía a San Mateo; permuta realizada por la anterior administración municipal y que ha sido muy cuestionada por diversos ciudadanos atribuyéndole fuertes perjuicios económicos para la ciudad debido a la valoración de los terrenos permutados unido a prohibiciones legales sobre las permutas de predios públicos; temas en el que ya han intervenido altos estamentos del Estado glosando lo denunciado públicamente, lo que podría incidir y/u obligar al actual GAD a decidir sobre la construcción ya iniciada de un nuevo centro comercial en el mismo lugar donde se demolieron las anteriores instalaciones deportivas. Sobre el tema corren ríos de tinta, porque los centros comerciales son sitios donde la ciudadanía acude a diversas y cotidianas actividades y solo el conocerse el inicio constructivo de un nuevo moderno “mall” y en tan céntrica ubicación -el malecón- generó expectativas de toda índole que se frustrarían por las razones expuestas en varias publicaciones y el consecuente “correo bemba” de la ciudadanía de Manta y Manabí sobre lo que sería un grave escándalo social. De prosperar lo denunciado, desembocaría en una larga batalla legal en la que estarían involucradas muchas personas y empresas.

La ironía del contertulio -que la comparto- radica en que el anterior, siendo un actual tema de interés ciudadano, es realmente doméstico respecto a otros de mucha más trascendencia para la vida y destino de esta ciudad-puerto-balneario; concretamente de tres: Puerto de aguas profundas, aeropuerto internacional, y refinería. Considérase que por su antigüedad e importancia, el hecho de que el Estado haya decidido el traslado a Posorja del ofrecimiento de este puerto para Manta, merece total atención ciudadana; pero vemos que, quizás por una suerte de temor reverencial a no sé qué o a quién, han sido prácticamente inexistentes las reacciones de autoridades provinciales, del GAD local, instituciones, y de personajes en distinta y variada forma vinculados al hacer portuario; resultando así que a estos tres  trascendentes asuntos los ha reemplazado el doméstico tema de un nuevo “mall”. ¡Cosas del puerto!