Alberto Quijije es uno de los que se atemorizó por las fatales consecuencias de este producto. Cuenta que por veinte años fumó. Llegó hasta las dos cajetillas al día, un consumo que le empezaba a pasar factura, pues pese al control médico no podía superar un problema de hipertensión.

“El médico me dijo ‘tienes que dejar de fumar’ y le hice caso”. Desde hace siete años este portovejense disminuyó el consumo, asegura que ahora lo hace en raras excepciones, pues su temor es que su salud se vea afectada.

Quien no le teme a las cifras es Alfredo (nombre protegido). Cuando ingresamos a su oficina el olor a tabaco está en el ambiente y para quien nunca ha fumado puede resultar intolerable o molestoso.

Él piensa que no sólo el cigarrillo es un riesgo para la vida “se puede morir por cualquier cosa”, señaló. Alfredo dice que él “sabe el veneno que consume, pero lo combate sacándose la flema de los pulmones y comiendo ajo”.

Tiene 16 años fumando y no lo dejará, peor aún porque vender cigarrillos es su negocio. Dice que fuma para relajarse, para combatir el estrés. Asegura que no es impotente, que no tiene problemas de salud y que su separación nada tuvo que ver con consumir tabacos.

MÉDICO. Byron Landívar, subdirector de gestión hospitalaria de Solca-Manabí, comenta que el consumo de cigarrillo es un riesgo permanente para la salud de la persona que lo consume, para quienes están cerca o en contacto con el ambiente del fumador, pues se ha detectado cáncer de pulmón incluso en quienes no fuman, pero han estado cerca de alguien que lo hace.

Indicó que la evidencia científica demuestra que los elementos que se producen en el consumo del tabaco están ligados a muchísimos cánceres en el organismo.

Agregó que han encontrado presencia de nicotina en secreción vaginal asociado al Virus del Papiloma Humano (VPH), factor predominante para el cáncer de útero, sino también que el consumo del tabaco está asociado al cáncer de piel porque los tóxicos que se generan en la combustión ingresan al organismo y son cofactores.

“Sabemos hoy por hoy que el cáncer tiene dos grandes fuentes; la primera es la genética o hereditaria y la otra está asociada a los factores de riesgo como el consumo del tabaco, exposición al sol, consumo de alimentos grasosos, tóxicos ambientales, plomo, cromo y otros, indicó.