Se afirmaba que un buque carguero se aprestaba a llevar a Galápagos “cien mil toneladas de mercaderías varias”. ¿¡Cien mil toneladas!? 

La cifra me pareció disparatada, porque los navíos más grandes pueden llevar la mitad. 

Pero no se trataba de un error del presentador, porque allí abajo, en textos sobreimpresos, se ratificaba el sorprendente dato. Pensé que a lo mejor, las autoridades navieras habrían contratado a un portaaviones.

Efectivamente, era un disparate. 

En otro noticiero, se ofrecía una cantidad más aproximada a la realidad: cien toneladas…y no cien mil. 

Es cierto que las cifras se parecen, como gimnasia con magnesia, pero no es lo mismo, como tampoco es lo mismo que se atormente la vecina o que se avecine una tormenta. 

Más allá de la anécdota, el error cometido en uno de los espacios de mayor audiencia revela el ambiente de improvisación que reina en muchos medios de comunicación nacionales, llenos de reporteros novatos, deficientemente formados e informados, sin preparación, poco leídos y muchas veces, “mal escribidos”. Si a esta debilidad se le suman jefes poco alertas a cazar el gazapo, estamos fregados. 

La prensa en general atraviesa momentos críticos, aquí y en todo el mundo. La portentosa transformación de los dispositivos personales de comunicación ha pateado el tablero de un escenario que tenía siglos de funcionamiento. 

La TV no se salva, porque enfrenta la competencia del internet y los canales de cable. 

Y como si esto fuera poco, en Ecuador tenemos un régimen que sólo considera buena a la prensa que le aplaude, de lo contrario, los diarios son convertidos en papel picado en públicos autos de fe sabatinos.

Aquí sí que se avecina una tormenta, y para hacerle frente y capear el temporal, la única opción a la que los medios están obligados es a ser valientes, audaces, creativos, atractivos y tratar de no darles la razón a quienes les critican por sus errores. 

Como el autor de estas líneas, en este caso, cuyo mayor anhelo es de que sus colegas y amigos le disculpen por la franqueza.