“Toda población manabita, al igual que las del país, tienen las llamadas ‘ferias populares’, las mismas que tienen para su realización un determinado día de cada semana. Así, unas se realizan los viernes, otras los sábados o los domingos, no faltando una como la de Bahía de Caráquez, que es los lunes; la de Calderón, parroquia rural del cantón Portoviejo que son los viernes; en Calceta y Santa Ana, los sábados; Portoviejo, Junín, Chone, Jipijapa, Canuto y otros que son los domingos.

En estas ferias se realizan diferentes actividades entre las pudiéramos citar:

- Venta de productos agrícolas y pecuarios a precios bajos, ya que el producto se vende directamente al consumidor, evitando el intermediario, tenemos la venta de aves de corral, carne de ganado vacuno y porcino, frutas, entre otros.

- Compra, por parte del campesino, principalmente artículos de consumo o necesidad del hogar, que traen a la venta vendedores de otros lugares fuera de la localidad o de ella, como ropa, zapatos, cosméticos, a precios más bajos que los del comercio formal.

- Venta de artesanías, como vasijas de barro, talabartería, de fibras naturales como de mocora, toquilla, cabuya.

En estas ferias donde se improvisa una multiplicidad de tipos de carpas y parlantes o megáfonos desde donde se venden y promocionan los artículos, no falta en algún lugar o portal los brujos que ofrecen sus servicios, y productos a quienes creen en los hechizos, enfermedades sobrenaturales, creen en los maleficios y en la efectividad de las cartas y sus suertes. También están presentes personajes como los peluqueros populares, ‘os sobadores o empíricos en colocar o arreglar fractura’ y los tradicionales vendedores del típico ‘canelazo’”.