Es Hernán Ormeño Gaibor o “Loco Hernán”, como lo conocen sus vecinos y amigos, un portovejense que desde hace más de 30 años repara y guarda decenas de artefactos y objetos de uso común en décadas pasadas, a los cuales les da un cuidado “obsesivo”, que muchas veces arriesga la estabilidad de su hogar.
En su inventario, este personaje posee antiguas máquinas de coser, grabadoras de audio y de video, bombas de agua, radiotransistores, un scooter eléctrico, y otros artefactos que, según él, funcionan a la perfección. En total son más de 200 artefactos que tiene y que guarda. “No me imagino un día lejos de mis cosas”, dijo este singular personaje.
Cuando consigue algún artefacto viejo o antiguo, Ormeño no descansa hasta hacerlo funcionar, al punto de dejarlo prácticamente como nuevo, “y eso que no tengo ningún curso”, dijo jactándose de su habilidad para repararlas. También guarda más de un millón de sucres en monedas y billetes de diferentes denominaciones. “Guardé esa cantidad cuando se dio el cambio de moneda. Por hacer eso tuve problemas con mi papá y mi esposa”, comentó riendo.