El nazismo fue y será plaga devastadora en el tiempo y el espacio; basta decir que al cumplir 7 décadas de su terminación, de la liquidación de ese poder maléfico en Alemania, todavía el gobierno teutón anda tras la pista de cualquier criminal nazi en lugares tan lejanos como Ecuador, para terminar cualquier vestigio de esa demoníaca cola que causó tanto daño al mundo entero. Es tanta la maldad que transmitió que persiguen a todo fanático, si es que existieran, porque sumieron en las más profundas de las desgracias a varias generaciones de europeos. ¿Cómo logró transformar el humanismo de personas con cultura de las más elevadas en la religión, en el respeto hacia el prójimo, cristianos, en asesinos de los más abyecto?
¿Cómo lograron llegar al poder? Después de trabajar intensamente, Adolf Hitler, como todos los políticos persuadidos de su convicción mesiánica, sin descansar un solo instante desde su inicio en 1920, gracias a su talento oratorio, a sangre y fuego respaldado por fuerzas policíacas oscuras (la famosa Gestapo) y enmascarados en la democracia. Y en 1933 fue nombrado canciller del Reich.