Miriam Marcillo muestra el aljibe vacío de su casa, en la calle Amazonas, y se indigna porque desde hace dos semanas el líquido no llega. “Y eso que sólo nos daban agua una vez a la semana”, agrega.

 

Ella es una más de los miles de ciudadanos de Jipijapa que no encuentran eco a su reclamo de contar con un servicio de calidad. Sin embargo, a muchos les ha llegado la notificación de corte “por un servicio que no recibimos, porque lo que llega es aire por la tubería”.

Es que la entrega de agua potable en Jipijapa cada día empeora más, según mencionan moradores de varios sectores.

Ecuador Toala vive en la ciudadela Luis Bustamante y cuenta que desde hace dos semanas no recibe agua y su pequeña cisterna está casi vacía.

“Todos los meses pagamos siete u ocho dólares pero no recibimos el servicio”, se quejó el hombre mientras mostraba el tanque vacío.

En el barrio Norte, Carlos Castro señaló que tiene que ir hasta los pozos de Choconchá para abastecerse del líquido, pues en la calle Jhon F. Kenedy y Montalvo, donde vive, también padecen por el líquido vital.

“Aquí la gente tiene que pedir a los vecinos porque  cada vez es peor”, se lamentó el hombre, quien añadió que antes recibía agua una vez a la semana, pero ahora tiene que esperar dos semanas o más”.

En ciudadelas como: 3 de Mayo, Los Ceibos, Ricardo Loor, 24 de Mayo, San Vicente, Manos Unidas, entre otras, viven similar situación.

EMPRESA de agua. Ayer este medio buscó al gerente (e) de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario del cantón Jipijapa (Epmapas-j), Ferni Pincay, pero personal de seguridad informó que había salido a un recorrido a la represa. Se lo llamó, pero el celular estaba apagado.

Mediante boletín de prensa de la Epmapas-j, hace varios días se informó que se tuvo que paralizar el bombeo de agua desde el sistema de Cazalagarto por las 

lluvias que cayeron en ese sector. 

El documento agrega que “los altos niveles de turbiedad (lodo) motivan que no se cumpla con la distribución del agua potable de acuerdo a lo programado, viéndose la misma “desplazada”. El boletín añade que una vez que estén llenos los tanques de reserva se continuará entregando el líquido vital de acuerdo al cronograma.

Mientras, la desesperación hace presa de los moradores, que no tienen agua ni para sus necesidades primarias.