Esta versión del fútbol se practica en una pista de baloncesto y los jugadores emplean unas sillas de ruedas motorizadas habilitadas para funcionar a una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora durante los partidos.

Los deportistas golpean una pelota de tamaño 10 (la empleada en el fútbol profesional es tamaño 5) y las reglas del juego son fundamentalmente iguales a las del fútbol internacional.

Las sillas de ruedas de los jugadores están equipadas con protecciones metálicas para atacar, defender o golpear la pelota y cada equipo está compuesto por cuatro jugadores de campo y un portero.

En esta primera edición jugarán un total de seis equipos; Tigres y Pacheco en representación de Argentina, Río de Janeiro y Novo Ser por Brasil y los uruguayos Deportivo Montevideo y Huracán de Carrasco.

En esta modalidad deportiva pueden jugar hombres y mujeres a partir de los seis años en adelante que utilicen sillas de ruedas motorizadas en su día a día para desplazarse debido a alguna discapacidad.

La Copa Powerchair Libertadores 2015 es el primer torneo de este tipo que se va a realizar en América Latina. EFE