Según la agencia pública de noticias Andes, Panchana organizó un Consejo de Seguridad Provincial y adelantó criterios sobre las condiciones del lugar de la celebración, prevista para el 6 de julio en los alrededores del Santuario de la Divina Misericordia.

Ese organismo recomendó cambiar el emplazamiento de la celebración por razones de seguridad y propuso que se lleve a cabo en el parque Samanes.

BONILLA. Bonilla dijo que la visita del Papa, prevista del 5 al 8 de julio, es un asunto “de suma preocupación para el Gobierno nacional, para el presidente de la República” y para las instituciones que trabajan en su organización. 

La secretaria nacional explicó que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tras visitar el martes la zona, “con profunda preocupación convocó a una reunión de emergencia” a los ministros implicados y solicitó un informe sobre este asunto.

El documento, que deberá ser entregado hoy, debe abordar la seguridad del lugar, el desembolso necesario y la legalidad de invertir dinero público, ya que los terrenos son privados.

“Cualquier declaración que pueda poner en riesgo algún detalle de estos no puede ser permitida. Es por esto que se le aceptó la renuncia a Rolando Panchana”, agregó Bonilla.

Se mantendrá agenda. Sobre este asunto, el presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE), Fausto Trávez, dijo que se debe mantener la agenda del papa Francisco en Guayaquil tal como estaba prevista, pues “el dueño de la visita es el papa y él resuelve”.

Trávez se preguntó quién ha pedido opinión al organismo de seguridad, pues el asunto ha sido tratado en varias reuniones en la Cancillería y en la CEE y “fue aceptado por el Estado y por la Iglesia”.

“El papa no es como un artista” al que “hay que buscarle el mejor escenario. Él es un pastor, es un padre que viene a ver a sus hijos y a dar el mensaje en el Santuario de la Divina Misericordia”, dijo el también arzobispo de Quito. 

“Yo creo que hay que hacer el esfuerzo y poner en práctica lo que el Santo Padre pide”, insistió, y consideró que habrá que “duplicar los medios de seguridad”. El Papa tendrá en Ecuador un apretado programa en las ciudades de Quito y Guayaquil, que incluye dos misas multitudinarias y una decena de actividades entre encuentros y reuniones con representantes de diferentes sectores, visitas, discursos y almuerzos.