Para empezar, todo el sistema sanitario estaba colapsado, lo que generaba reboses, muchos de esos problemas han sido resueltos. 

Ahora se trabaja en un colector desde el sector de la gasolinera  Mobil hacia Los Esteros. Con esto se  recuperará el río Muerto. 

Ahora, con todos los trabajos que hemos realizado, llega un mayor volumen de aguas residuales, por lo que es necesaria una planta de tratamiento. Para esto requerimos 11 millones de dólares.  He tenido conversaciones con el Gobierno para obtener recursos. Había la predisposición de la Refinería (Pacífico) para aquello, pero ahora no hay recursos.

Queremos dividir el tratamiento de las aguas industriales de las residuales. Para esto se necesitaría otra planta. No queremos mezclarlas.   

Hay críticas ciudadanas, moradores que exigen obras para sus barrios y otros que piden soluciones, ¿qué se está haciendo para atender estos requerimientos? 

Los problemas de la ciudad no son de la autoridad exclusivamente, todos tenemos que ayudar. Hay muchos barrios que empiezan como invasiones y que luego exigen obras, por ejemplo, los asentamientos atrás de la ciudadela Urbirríos son enormes. Sus moradores piden calles, escuelas; se organizan para reclamar y dicen que no se hace la obra, pero se olvidan de que ni si siquiera pagan impuestos, porque no tienen títulos de propiedad. Todos somos corresponsables de lo que sucede en la ciudad y todos tenemos que aportar.

Tenemos una tendencia generalizada a trasladar mi problema a un tercero. Si yo como ciudadano no pago mis impuestos,  cómo espero que la autoridad haga algo. En nuestra ciudad más del 60 por ciento no paga el servicio de agua ni alcantarillado. 

Creo que se distorsionó. Todos hacemos bromas. Siempre he respetado a mi pueblo.  Me referí a varios temas de la contaminación, utilicé una parábola. 

Jocosamente lo dije. Si algunos no lo tomaron a bien, lo lamento, y si alguien se sintió ofendido, pido disculpas públicamente; yo no tengo problema con eso, pero no tiene nada que ver con ofensas.

No lo pensé. Lo dije sanamente, no lo dije maliciosamente. Son bromas. Siempre las hago, como aquello del sapito (en las reuniones barriales el Alcalde suele decir a los moradores que “cuiden el sapito”, en referencia al artefacto que está en los baños y que al dañarse genera fugas de agua), que para algunos es jocoso. En la vida para que te entiendan no tiene que ser uno muy técnico. Tengo que ser claro. 

Ya está adjudicado el primer paquete de obras por un valor de dos millones de dólares. Los trabajos ya iniciarán. Esto comprende la reconstrucción de varias calles como la vía a San Mateo y las del barrio 15 de Septiembre. Para este mismo año hay otras obras, como el plan hidrosanitario, pero ya están en proceso las actualizaciones de este proyecto. 

En enero de este año se tenía proyectado trabajar  con recursos propios, pero hubo algunos problemas legales. Ahora que muchas cosas se han aclarado, invertimos  ocho millones de dólares para que se termine la obra; esperamos en este año dejarla lista para que empiece a funcionar. 

Puedo decir que los jefes departamentales tratan de hacer lo mejor posible. En cuanto a los concejales, cada uno de ellos son personas que tienen su propia visión de las cosas. Eso creo que la sociedad debe medirlo.