El 13 de abril se habían registrado 117 casos en Portoviejo. Ayer ya había 33o, casi el triple en menos de un mes.

Carmina Pinargote, titular de esta coordinación, indica que técnicamente se trata de un brote epidémico. 

“Cuando se presenta un solo caso de una enfermedad en un territorio en donde nunca la ha habido, eso se llama epidemia. El chikungunya nunca lo tuvimos ni en el país, ni en Portoviejo, por eso con el primer caso que tuvimos se trataba de un brote epidémico de la enfermedad”, detalla.

Señaló que de aquí en adelante el chikungunya será una enfermedad más como el dengue. “Se compararán las cifras con los siguientes años, pero lo ideal es no tener brotes ni aumentos de casos”, dice Pinargote. 

Al ser consultada sobre la posibilidad de que exista un subregistro del mal, afirma que tal vez existe, sin embargo asegura que en el sistema de salud la mayor cantidad de personas está dentro del Ministerio de Salud y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. 

“Nuestro sistema de vigilancia epidemiológica registra más del 85 por ciento del reporte de casos”, afirma.

Atención. A la zona de triaje del hospital Verdi Cevallos Balda arriban todos los días personas en busca de atención y con todos los síntomas de esta enfermedad.

María José García, de El Milagro de Picoazá, desde el domingo pasado empezó con dolor en las articulaciones, fiebre y la aparición de puntos rojos en la piel, pero llegó allí para hacer atender a su hija que presenta síntomas febriles. “En la casa, mi cuñado y mi suegro también tuvieron chikungunya, todos nos enfermamos. El problema es que nunca han ido a fumigar y como no hay agua tenemos que dejarla en tachos”, cuenta García.

Xavier Mendoza tuvo chikungunya hace siete días, pero ahora acompaña y asiste a su padre Manuel Mendoza, quien también tiene la enfermedad. Ellos son de Alajuela y aseguran que los 4 integrantes de su familia pasaron por lo mismo. 

Nubia Valdez, epidemióloga, manifiesta que en un promedio diario de 30 a 40 personas se registra en la zona de triaje del hospital Verdi Cevallos Balda, con todos los síntomas de la enfermedad. 

Certificados. La coordinadora zonal 4 de Salud, Carmina Pinargote, explica que esta enfermedad es domiciliaria y familiar. “El mosquito está en la casa y durante un mes, que es su tiempo de vida, puede picar a más personas de la familia. Además, si no se toman las precauciones y los enfermos salen de la casa hay más probabilidades de que se propague”, explica Pinargote. 

Para esto, la funcionaria recomienda que se debe estar en reposo 4 días, pero en casa.