A Tania Tinoco la conocí en las aulas de la Facultad de Periodismo de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, junto a otros compañeros, fundamos la Asociación de Estudiantes de Periodismo, llevando como presidente a nuestro amigo Eduardo Mendoza Paladines, la primera que que se eligió en toda esa universidad. Tania desde entonces mostró su vocación por la libertad. Se involucró activamente para lograr un mejor nivel académico en nuestra formación. Recuerdo las tertulias acompañados de café y tortitas de plátano a la machaleña en su departamento; planificando estrategias; constituyendo un taller radiofónico, que produciría un noticiero radial denominado: Mediodía Informativo, que se transmitía por Radio Reloj. Eramos jóvenes soñadores, rebeldes, cuestionadores del sistema y profundamente democráticos, porque nuestro grupo era diverso, siempre buscábamos el consenso; por eso fuimos reelegidos con más votos por parte de nuestros compañeros.

Paradójicamente en esa emisora producíamos un espacio para la Feclatg, que es una organización de trabajadores del Guayas, donde la esposa de Ricardo Patiño, la manabita Miriam Alcívar, daban acompañamiento militante como socialistas a las organizaciones clasistas en su escuela sindical; mientras nosotros dábamos el soporte técnico comunicacional, con estos principios democráticos de ejercer el derecho a la libre información y opinión, fuimos formados con Tania Tinoco, por el puertorriqueño independentista Rafael Jaume del Valle, el salesiano David Samaniego Torres y el socialcristiano Pedro Valverde Rubira, entre otros maestros de la comunicación. En ese espirito de pluralismo, fuimos forjados en la academia como periodistas.

El derecho a disentir u opinar diferente, no es un delito. No puede ningún gobernante estigmatizar a los ciudadanos que ejercemos ese derecho. El presidente también está en su legítimo a disentir de las opiniones de los ciudadanos y de los periodistas. Pero no a descalificarlos con adjetivos calificativos y despectivos y peor pedir su renuncia. Tampoco por esa equivocada conducta ajena a la de un estadista, vamos a desestabilizar su gobierno, justificando un nuevo golpe.

Tania es una periodista de formación y vocación, que nos está dando un ejemplo luminoso de conducta a los periodistas, a los ciudadanos que debemos recuperar la capacidad de análisis de los hechos políticos, más allá de la propaganda oficial, se lo debemos a esta patria y al juicio de la historia.