Macario Pihuave, quien vive en este sector, cuenta que mientras se encontraba en el patio de su casa vio una culebra que rondaba por el callejón, por lo que decidió cogerla con sus manos, pues aseguró no temerles.
Minutos después halló otra detrás de su casa, la cual también cogió y colocó a ambas frente a su domicilio. Cada uno de estos reptiles medía más de un metro, añadió Pihuave.
“Todos los años encontramos las culebras, incluso en verano, porque existen terrenos llenos de maleza y no los trabajan”, dijo el hombre, quien agregó que los niños corren riesgo de sufrir alguna mordedura de estos reptiles, más que todo en las noches ya que el sector es oscuro.
Glenda Castro aseguró que desde hace algunos años en este sector, frente al bypass, ronda una culebra de dos cabezas que ha sido vista por varios vecinos.
“Dicen que es bastante grande, tiene dos cabezas y alas, y la ven cruzar de un extremo a otro”, detalló la mujer mientras señalaba el lugar donde la ven ocasionalmente.