María Beatriz Santos, gerente del hospital, señaló que la capacidad máxima de cada uno de los elevadores es de ocho personas. ”Esto lo indica la señalética que exhiben los equipos”, agregó.
Aseguró que la caída del ascensor no fue violenta, caso contrario el accidente hubiese sido mayor, mencionó.
Informó que si los elevadores estuvieran en mal estado la desgracia hubiese sido mayor. “Pero estos equipos en diciembre pasado recibieron un mantenimiento integral. Al igual que están bajo la revisión periódica de la empresa contratada”, anotó.
La funcionaria informó que ubicarán sensores para que avisen cuando hay exceso de carga.
HERIDOS. Santos aseguró que de los 18 accidentados, cinco personas resultaron afectadas, cuatro de ellos son colaboradores. Una de ellas (enfermera) resultó con fractura en una pierna y los otros tres son médicos, quienes sufrieron lesiones menores, detalló la funcionaria.
La quinta persona es un usuario civil que también sufrió una pequeña lesión y que está hospitalizado, agregó.
Santos manifestó que mientras se cotiza la compra de los sensores de alarma para evitar la sobrecarga, se mantiene a guardias de seguridad vigilando el uso correcto de los elevadores.
También se anunció la operatividad de las escaleras externas que comunican con las salas de hospitalización. Esto en horas de visita.
USUARIOS. Rita Sornoza, usuaria del hospital, señaló que la acumulación de personas a la hora de ingresar a los ascensores para subir a los pisos es provocada por el estricto control que se da en la recepción de documentos, pues la gente se aglomera “y acude de un solo al elevador”, expresó.
También porque las escaleras internas están siendo reconstruidas, agregó.