Antonio Toala se encuentra internado desde hace dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital del IESS en Manta, y si logra recuperarse debe permanecer siete meses en tratamiento, informó su esposa Ángela Angulo Quiroz.
La mujer explicó que los médicos han informado que el estado de salud de su esposo es grave, y las consecuencias de aquella agresión afectarán a sus dos hijos.
“A mi marido le realizaron una cirugía para extraerle el bazo, porque uno de los garrotazos le destruyó ese órgano; y como nuestros ahorros se fueron en medicamentos, ahora no sabemos si nuestros hijos acudirán a estudiar”, expresó.
Angulo es ama de casa, y el dinero sólo le alcanza para comprar los alimentos y adquirir las medicinas de su marido. Su esposo tiene 35 años, es guardia y ha dejado de trabajar.
Quienes deseen ayudarla pueden contactarla al celular 0969242071. Ella vive en el sitio Arroyo Azul de Montecristi.
POR UN CERDO. Ángela Angulo manifestó que hace tres años un perro mató a un cerdo de su propiedad, y desde entonces tienen problemas con el dueño de la mascota.
Dijo que ellos debieron cambiarse de casa para evitar los conflictos, pero la noche del sábado 18 de abril el perro llegó a su hogar y, mientras su esposo trataba de ahuyentarlo, supuestamente el dueño del animal se acercó y le dio los dos golpes.
Al día siguiente Antonio Toala descansó en su casa y el lunes acudió a trabajar, pero a los tres días de la agresión su abdomen empezó a hincharse.
En vista de aquello acudió al hospital del IESS, donde lo operaron de urgencia.
Según la mujer, Toala llegó al hospital con fiebre alta y de inmediato fue internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Aseguró que ellos presentaron la denuncia, pero Ángela Angulo Quiroz pide resguardo policial, debido a que, afirma, ha recibido amenazas.
Ella dijo que teme por su vida y la de sus hijos.