Ella murió el viernes en la madrugada en un accidente de tránsito junto con su asistente Leonardo García en la vía Ricaurte-Chone.

El féretro fue cargado desde la capilla de velación del camposanto Jardines del Edén hasta el mini-mausoleo de la familia Mendieta-Torres, por varios amigos.

La misa la ofició el sacerdote Andrés Drouet en el camposanto. En el lugar se dieron cita más de 600 personas. Los familiares no permitieron el ingreso de la prensa.

Al final de la misa de cuerpo presente, los deudos y público presente prorrumpieron en un aplauso a pedido del sacerdote, quien señaló que la mejor forma de despedir a un ser querido es aplaudiéndole. Luego de la misa, el padre de la asambleísta, con palabras entrecortadas, recordó cuánto le costó a ella abrirse paso en la política. También la destacó como una mujer creyente en lo divino y en las metas que se fijaba.

Visepresidente. Entre el público estaba el vicepresidente de la República, Jorge Glas, quien lloró en el acto religioso.

Él llegó acompañado de su esposa. El Vicepresidente no hizo pronunciamiento alguno a la prensa sobre la muerte de Torres.

También estuvieron las dos vicepresidentas de la Asamblea Nacional, Marcela Aguiñaga y Roxana Alvarado y una decena de asambleístas.

Está grave. Roberto Salazar, director cantonal del Movimiento PAIS, informó que Manuel Durán, asesor de Torres, sigue en estado crítico. Él viajaba junto con la asambleísta el día del accidente. 

Salazar dijo que están esperando un nuevo criterio médico de parte de un profesional cubano, por una complicación a nivel cerebral. Durán está ingresado en una clínica privada en Guayaquil.

Anunció que luego de haber acompañado el velatorio y sepelio de Kerlly Torres y de Leonardo García, hoy viajarán a Guayaquil junto con otros directivos.

Jesús Loor y su hijo Santiago, quienes también resultaron heridos en el accidente, siguen internados en la clínica Santa Margarita en Portoviejo. Richard Loor señaló que su hermano Jesús le contó que él le dijo a la asambleísta que no viajaran la noche del jueves y que se quedaran en Quito hasta el otro día, pero ella quería volver rápido a Manta porque estaba preocupada por la salud del esposo, que había sufrido un golpe. Según Richard Loor, su hermano le contó que él manejó un tiempo el carro, que bajó la cordillera y que llegando a Manabí, Torres se despertó y le dijo a Jesús que descansara y que le diera el volante a Leonardo.

“Mi hermano dice que le dijo: ‘Kerlly, déjame que siga manejando, igual yo bajé la cordillera’, pero que ella insistió y entonces se cambiaron de puesto y empezó a manejar Leonardo. Jesús me dijo que el accidente ocurrió en segundos, primero se chocaron contra la baranda y luego contra el puente. Mi hermano sufre fracturas en la clavícula porque él protegió a su hijo con su brazo”, manifestó.