Durante la instalación del Congreso de Naturgas en Medellín, capital del departamento de Antioquia (noroeste), el jefe de Estado defendió su decisión de negociar la paz al tiempo que mantiene la ofensiva militar contra ese grupo guerrillero.
"Ese fue un compromiso que yo hice desde el principio y que seguiremos cumpliendo hasta que negociemos un cese al fuego bilateral con todas sus condiciones, que son muchas y muy complejas", manifestó.
El Gobierno colombiano y las FARC negocian desde noviembre de 2012 en La Habana una salida política al conflicto armado del país, proceso que la guerrilla considera que debería hacerse bajo un cese el fuego bilateral, posibilidad que desde un comienzo Santos ha rechazado.
El presidente insistió además en la importancia de aplicar la justicia transicional, que es un conjunto de medidas judiciales y políticas diseñado para procesar en un marco legal diferente de la justicia ordinaria a responsables de delitos cometidos durante el conflicto armado y prevé penas reducidas sin incurrir en la impunidad.
"El punto más importante de todo este proceso se refiere a la justicia transicional, que es lo que el mundo se ha inventado para facilitar proceso de paz como el colombiano", dijo Santos.
El mandatario reconoció las dificultades que surgen por ser el primer país que negocia la paz bajo el Tratado de Roma, instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional (CPI), pero dijo por eso "en cierta forma estamos haciendo camino al andar".
Con respecto al argumento de las FARC de que no quieren ser "la primera guerrilla en la historia del mundo que entrega las armas para irse a una cárcel", Santos dijo que el mundo cambió y que "ya no acepta esas amnistías y ese perdón y olvido que se decretaron en el pasado, en otros países, inclusive aquí en Colombia. Eso ya no es posible", afirmó. EFE