Pero a su vez hay otros colectivos más dispersos, los sectores campesinos que generalmente producen una gran parte de productos agropecuarios, que por décadas abastecen la canasta básica familiar con granos, verduras, tubérculos, plátanos, frutas, aves de corral y también leche, carnes de res y chancho, finqueros dispersos por caminos veraneros, que aún en meses de lluvia laboran tenazmente para convertir sus productos en el sostén de sus familiares y de los sectores aledaños más cercanos, son legiones de hombres y mujeres que  trabajan duramente  en pos del diario vivir para sus familias y allegados.

Por décadas ellos se han transportado en pequeños vehículos, camionetas de balde o camioncitos conocidos como los 350 junto a su producto que deben comercializar, son colmenas humanas de positiva relación entre ellos y la comunidad. 

Hoy disposiciones de tránsito prohíben que viajen junto a sus productos en los vehículos antes mencionados, bien por su seguridad, pero no se les ofrece alternativas para que ellos sigan haciendo lo que para ellos es vital, pues no tienen la capacidad de cada finquero comprar un transporte.  Por eso reclamamos que las mismas autoridades locales y nacionales arbitren medidas debidas en unión de acciones para regular el tipo de transporte factible para cumplir el cometido de estos usuarios y que sigan en sus labores de productores y abastecedores.

 Creemos debe configurarse vehículos tipo de diseños adecuados que permitan llevar con seguridad humana sin obstaculizar o impedir que continúen las labores de abastecer con sus productos vitales y necesarios para miles de hombres, mujeres y niños que requieren continuar recibiendo el servicio que hoy reseñamos. 

Tiene que prontamente idearse permitir el uso del vehículo de tipo mixtos que sean los aliados de los campesinos que requieren producir y vender, cosechar para sus necesidades básicas y miles de otros ecuatorianos. 

He aquí una labor conjunta de la ANT y gobiernos seccionales que debe ser resuelta urgentemente, con lo que nos beneficiamos en forma conjunta los sectores rurales productivos.

Y repito,  los consumidores finales de todas las pequeñas urbes del país, pues la problemática abarca las distintas regiones ecuatorianas.