RELATO. “Existe la creencia de que un ser humano antes de morir ‘recoge los pasos’, lo que quiere decir que de cualquier manera se hace presente en ese lugar, golpes en las puertas o ventanas; se oyen caer objetos pesados, caminan en la sala; emite voces o palabras no muy claras, un poco enredadas o de ultratumba; se mece en la hamaca, se sienta al borde de la cama.

Las personas que manifiestan y sostienen haber escuchado estos ruidos dicen que se les eriza la piel y la cabeza se les agranda.

Al otro día o a los pocos días, esas personas o familias que han sido testigos de esos ruidos o voces anormales, se darán cuenta de quién se ha tratado. 

Cuando se enteran quién es la persona que ha fallecido, la misma que puede ser un familiar o un amigo muy íntimo, suelen exclamar frases como éstas: ‘El finadito vino a despedirse y a recoger sus pasos’. 

Cuando a una persona no le ha gustado un lugar porque le resultó muy feo o muy lejano, o le han tratado mal, acostumbran decir ‘solo vendré a recoger mis pasos’, creyendo con esto que una persona antes de morir recoge sus pasos; es decir, que visita todos los lugares donde estuvo en vida”.,