Actualizado hace: 936 días 12 horas 56 minutos
Puerto López
Están orgullosos de sus raíces

La nariz aguileña y sus rasgos asiáticos rematados con escasos bigotes no apenan a Melchor Tumbaco, más bien se siente orgulloso de ser como su padre, su abuelo, su bisabuelo y más generaciones pasadas.

Lunes 20 Abril 2015 | 04:00

Melchor es uno de los 300 habitantes de la comunidad Agua Blanca de Puerto López, un sector de Manabí donde la raza manteña se mantiene casi pura, los rasgos son similares a los de sus antepasados y ellos aspiran a mantenerse así por mucho tiempo.
El inequívoco sello de los habitantes es su nariz pronunciada, sus pómulos o su pelo lacio. 
Pablo Tomalá, de 33 años, es otro de los orgullosos. Trabaja como guía turístico en la misma comunidad que cada año recibe a miles de visitantes cautivados por una inmensa laguna de aguas sulfurosas a la que le atribuyen poderes curativos. También llegan para observar lo que podría ser el último refugio de los Manta. 
Es por eso que hay actividad todo el año. Para hombres y mujeres los cánones de belleza son pelo suelto y su ser buena gente. Los hombres dicen que sus heredados rasgos son atractivos, y para probarlo destacan la historia de “Rumiñahui”, el vecino del pueblo que “enloqueció” a una arquitecta estadounidense que no dudó en casarse con él y lo llevó a Estados Unidos, donde viven. 
Luego otra “gringa” que llegó a realizar estudios de antropología también cayó rendida a los pies de otro comunero, se casaron y son felices en Estados Unidos.
Tulio Maldonado dijo que en la comunidad hay 77 familias registradas; muchos habitantes son guías turísticos y otros crían chivatos que luego preparan en deliciosos secos que disfrutan los turistas, cada plato de seco de chivo cuesta cinco dólares. 
Los visitantes son quienes fortalecen la economía local, pues los recursos que dejan van a una caja común para todos.
Además en el sitio hay un museo que con objetos antiguos rescatados de la tierra cuenta la historia de los civilizaciones indígenas, incluso en el pueblo hay sepulturas en ollas.
El pueblo se empezó a nombrar en el año 1979, cuando investigadores extranjeros descubrieron enseres de la cultura Manta. 
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias