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Lilian Alarcón Durán
Resiliencia

La resiliencia es un término nuevo que se utiliza para indicar la capacidad que tiene una persona en recuperarse (volver a la normalidad) frente a la adversidad vivida para seguir caminando por la vida. Es significativo percibir cómo personas que se encuentran en situaciones difíciles, desarrollan recursos de defensa que se encontraban escondidas y que desconocían hasta ese momento.

Sábado 18 Abril 2015 | 04:00

 A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras  capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente ansiado, problemas económicos, pérdida del trabajo entre otras circunstancias. 

Existen diferentes situaciones que nos pueden llevar al límite de nuestras fuerzas y hacer que nos preguntemos si tenemos el impulso y la voluntad necesarios para continuar adelante. 
En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado, o sobreponernos y salir fortalecidos.  Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal como es; tienen una profunda creencia que la vida tiene sentido; y poseen una inquebrantable capacidad para mejorar. 
Es algo parecido a realizar un viaje río abajo en una embarcación.  En un río, puede encontrar presurosos virajes, aguas rápidas y lentas como también áreas profundas y poco profundas. Como en la vida, los cambios que se experimentan en el camino afectan de forma diferente, de acuerdo a lo que se vive.
Viajar por el río, le ayuda a conocerlo y recordar las experiencias pasadas que ha tenido con él.  Este viaje debe ser guiado por un plan, una estrategia que considere funciona para la jornada,  la perseverancia y la confianza en su capacidad para evitar las rocas y otros obstáculos son importantes.  
Puede ganar valor y sutileza para navegar con éxito en las aguas embravecidas. Las personas en quienes confía y le acompañan en el viaje, pueden esencialmente ayudar a enfrentar  las corrientes y otras dificultades del río.  Puede bajarse de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar su viaje debe remontar la barcaza y continuar.  Ejemplo parecido al viaje de los seres humanos por la vida.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional. 
Entonces, la resiliencia conlleva mantener flexibilidad y control en nuestras vidas en la medida que se confronta circunstancias difíciles y eventos traumáticos con entereza y gran fortaleza.
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