En esta época de economías conflictivas, es muy importante detenernos a pensar en estrategias que nos sean gratas para el bienestar de nuestra familia y la comunidad en la que nos desarrollamos. Felizmente, hay empresas que han incorporado a sus políticas internas, procesos humanizados para lograr una armoniosa convivencia social.
En una conversación con Paúl Velasco Ruiz, sociólogo graduado en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Universidad de París-Francia, refería: “El mundo de los negocios realiza cada vez más labores humanitarias y cambios culturales en valores que empiezan a ser parte de un nuevo paradigma empresarial. La Responsabilidad Social Empresarial aparece ahora como el factor que distingue el compromiso real de las empresas con la sociedad, no como acciones puntuales o esporádicas sino como un asunto de visión integradora de las dimensiones internas y externas que configuran la situación de los negocios. Vivimos momentos muy complejos. La pobreza no disminuye y en algunos casos se incrementa, lo que vuelve muy conflictiva a las sociedades, de ahí que el compromiso de donar resulte imprescindible para que el sector empresarial pueda desenvolverse en un clima de mayor armonía ciudadana.”