Actualizado hace: 930 días 11 horas 26 minutos
Mingas buscan frenar dengue y chikungunya

Maritza Intriago tiene 3 hijos menores de edad y reconoce que pese a saber del incremento de casos de dengue y chikungunya, no toma las precauciones para evitar que su familia se enferme.

Viernes 17 Abril 2015 | 08:30

 La joven señora habita en una vivienda en El Florón 7 rodeada de maleza, en cuyo patio hay dos tanques sin tapa que pueden convertirse en criadero de larvas del mosquito Aedes aegypti cuya picadura causa ambas enfermedades. “He escuchado que hay que limpiar todo, ahora sí voy a hacerlo”, dijo.

Mingas Ayer se iniciaron en Portoviejo las mingas de prevención organizadas por la Coordinación y el Distrito de Salud, para eliminar criaderos de mosquito.
La medida fue tomada ante el preocupante aumento de casos de dengue clásico, pues este año ya van 1.000 en Portoviejo e igual número en Manta, confirmó el miércoles la coordinadora zonal Carmina Pinargote.  Ella dijo que el año pasado, en la provincia, hubo 1.300 casos de dengue clásico, por lo que la cifra se ha duplicado. También han aumentado los casos de chikungunya: 680 en Manabí este año, frente a 120 del año pasado.
54 brigadas se repartieron entre las calles Rocafuerte, Pedro Gual, Córdova y a lo largo del río para cerrar un cuadrante donde visitaron domicilios, comercios e instituciones públicas, dieron charlas y pusieron abate en los reservorios. Hoy continuará la medida en la misma zona.
Riesgo. Brucker García, director distrital de Salud, dijo que es importante que cuando una persona esté con dengue o chikungunya se le administre únicamente paracetamol y abundante líquido, permanezca bajo toldo y se ponga repelente para evitar que le piquen los mosquitos. 
Es que hay la creencia de que si ya enfermó no le pasa nada, cuando en realidad es un riesgo potencial pues si le pica un mosquito y este a su vez le pica a otra persona, esa persona enfermerá, recalcó García.
Atención. En el centro de salud Portoviejo el horario fue ampliado hasta las 20h00 para atender la demanda de pacientes febriles.
En este lugar se ha acondicionado una zona de triage, a la que pasan directamente quienes lleguen con esa sintomatología. 
Hasta allí arribó Roxana García llevando a  su hijo de 6 años que tenía 3 dìas con fiebre de 38,5, confirmó la enfermera. A la señora le dieron recomendaciones y se administró al pequeño paracetamol y líquidos, mientras se lo mantenía en observación.
En todas las unidades de salud hay zonas de triage para estos casos.
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