Estas láminas, según explica el odontólogo Ronald Alonzo, tienen un uso únicamente estético, es como un implante para tener una mejor sonrisa. 

Su uso se ha popularizado en los últimos meses debido a que las carillas resultan muy utilizadas, por ejemplo, por reinas de belleza para lucir una sonrisa espléndida.

Alonzo explica que estas carillas son unas finas láminas hechas con porcelana que se colocan sobre los dientes, de manera que formen una unidad firme y resistente que se integra con los mismos, formando una pieza única. A nivel estético resulta algo inapreciable y se siente como propio, dice. Se coloca, según el profesional, de canino a canino (de colmillo a comillo) de acuerdo al ancho de la sonrisa del paciente. De la superficie del diente hacia afuera tiene un grosor de 0.5 a 1 milímetros, de acuerdo a lo que el odontólogo crea necesario. Para colocar las láminas se debe hacer un ‘muck up’ o diseño de sonrisa en el que se toma la impresión de la forma para mandar a elaborar la lámina diente por diente, cuyo costo unitario es de 250 dólares, como base. 

La carilla es permanente y tiene una duración de 15 años. El odontólogo precisa que usar las carillas no tiene ninguna contraindicación, lo único que deberá hacer el paciente es un constante blanqueamiento en dientes que no tienen la lámina.